lunes, 12 de septiembre de 2011

Crónica anti comercio sexual -

ya que no tiene nada que ver con la liberación sexual


Hay principalmente dos posturas en contra de la comercialización de lo sexual. Por un lado están los que por sus principios morales y/o religiosos están en contra; por otro, los que por su postura más bien humanista subrayan la problemática social que tal explotación implica. Personalmente me sumo a la segunda postura. A simple vista esta no es tan obvia, ya que estoy a favor de la liberación sexual absoluta sin moralismo ni prejuicios. Eso sí, ya tan solo mirando un poquito más allá del ombligo, te das cuenta de que la liberación sexual, al igual que toda conducta humana que tiene intención de ser libertaria, también debe ser responsable. Para mí, como para muchos, es un derecho humano el poder denominarse heterosexual al igual que homosexual, bisexual o transexual, y tener sexo (entre adultos) como mejor le padezca a cada uno, siempre y cuando no exista daño físico o psicológico. La responsabilidad simplemente es inseparable al ejercicio libre de los derechos sexuales.

El rechazo a la pornografía y la prostitución resulta en consecuencia algo crucial, ya que los daños físicos y psicológicos que esta explotación implica son frecuentes y no constituyen una conducta libre puesto que no está basada en el gozo, sino que está ligada al lucro. Se trata de la explotación del cuerpo de alguien para hacer ganancias. No se puede hacer cualquier cosa con el dinero, y comprar el cuerpo de alguien es definitivamente algo que no debería suceder en estos tiempos cuando la esclavitud supuestamente se ha erradicado. El mercado del sexo no sólo es explotador, además está lleno de prejuicios y estereotipos de género. Me refiero a la falta de sentido y de igualdad, de cuerpos poco naturales y de elementos de violencia y/o de humillación.

En Suecia, gracias al movimiento feminista, es ilegal prostituirse al igual como en muchos otros países, pero también es un delito comprar sexo – lo que lamentablemente no es común en el resto del mundo. Aún así, casi todos los años renace el debate sobre la supuestamente “puta feliz” y que deberíamos legalizar el comercio del sexo. Uno de los más famosos comentaristas a favor acá en Suecia es el millonario y neoliberalista Alexander Bard que erróneamente cree que la libertad debe darse a cualquier precio y sin responsabilidades hacia los demás. Él reconoce abiertamente que ha vendido sexo y sostiene que fue un “puto feliz”. Eso sí, nunca reflexiona sobre el hecho de que es un hombre de clase alta, o que su experiencia tal vez solo es una excepción, lo que pone sus argumentos bajo otra lupa. Es lamentable además que el debate a favor de legalizar el comercio sexual prende alrededor del Pride, el festival de los derechos sexuales HBT en Estocolmo, no por los organizadores ni la mayoría de los participantes, pero sí en la periferia. De todos modos, aquellos que avalan el comercio sexual están, a mi juicio, confundiendo el significado real de la liberación sexual y no lograrán convertir a muchos.

lunes, 27 de junio de 2011


Por: Mauida Hormazábal

Durante el año en curso, hemos sido testigos de un remezón monumental de los grotescos pilares que afirman hoy a nuestros sistemas “democráticos”. Algunos de estos sistemas tan descarados como el de los países árabes culminaron en el estallido de grandes movilizaciones que aún apabullan a la elite política. También en los países del viejo continente, como en Grecia, España, Portugal e Islandia, ha crecido la protesta social. La Columna vertebral que levanta a estos movimientos civiles, es la misma: el descontento por el desempeño político de los gobiernos de turno y la creciente necesidad de generar democracia desde las bases. La demanda es clara, se requiere mayor participación ciudadana en las decisiones que toman los gobiernos que afectan nuestro diario vivir, los manifestantes exigen que desaparezcan de la escena los políticos corruptos. Y que el mercado no siga expoliando sus vidas.

Del mismo modo, al sur del sur del mundo la revuelta por la defensa de la Patagonia ha cobrado gran fuerza también, tanto así, que se ha propagado más allá de las tierras que un día fueron de los Tehuelches y Chonos. Estas movilizaciones masivas en contra de este megaproyecto de central hidroeléctrica ponen el dedo en la llaga del modelo de democracia regido por las leyes del mercado.


Foto Pablo Hormazábal

En tiempos de la Concertación se realizó una fuerte propaganda que apuntaba a aumentar el consumo energético de la población. Bajo el slogan político de generar mayor desarrollo en el país, el aumento de energía sería el símbolo del progreso, pues el gobierno de turno pretendía que hubiera una explosión de luces por las calles, colores eléctricos provenientes de letreros de neón, pantallas gigantes con avisos comerciales, televisores encendidos eternamente y la adquisición de cualquier artefacto eléctrico para los hogares chilenos con facilidades de pago; de tres cuotas precio contado. Al mismo tiempo, comenzaban a incubar el magnicidio patagónico. Fue la concertación la que asentó las bases de Hidroaysén. Hoy cuando a la ex presidenta Michelle Bachelet le preguntan por Hydroaysén, guarda silencio.

Bajo este marco, de políticas pro-consumistas, se inició el proyecto Ralco en la década del 90, el cual además de traer “progreso” para la población chilena, suponía que serviría como fuente de trabajo para los habitantes de la octava y novena región. Sin embargo, el efecto que tuvo dicha central trajo más bien conflictos sociales, la tasa de desempleo no se redujo en lo absoluto. El propósito tras Ralco, se alzaba más bien por aquellos intereses económicos que alimentaba la codicia de los empresarios, entre ellos el presidente de la época Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Hoy en día a más de diez años de la aprobación de Ralco se pretende continuar con la misma falacia. Se insiste con que el país necesita generar más energía para alcanzar el desarrollo, pero en una región que no sobrepasa los 105.000 habitantes ¿Es necesaria tanta energía eléctrica? La respuesta es evidente, las centrales de Hydroaysén en realidad son necesarias para el abastecimiento de otros mega proyectos: el 70% de la demanda eléctrica es a causa de la voracidad de la minería en el norte, es allí donde se concentra hoy aquella demanda energética. Y para el traslado de la energía se proyecta instalar un tendido eléctrico que atraviese ocho regiones del país. Esta red contaría con más de cinco torres de alta tensión paralelas que se pretende extender por 2.300 kilómetros, todo el largo de Suecia y un poco más. Los estudios de impacto ambiental se dejan mudos o se modifican tratando de camuflar los efectos negativos que tiene Hidroaysén sobre el medio ambiente. Al gobierno y su tropa de representantes nada le importa que la ejecución de las obras se realicen en medio de parques nacionales donde existen reservas de zonas vírgenes, santuarios de la naturaleza, lugares declarados monumentos naturales por la UNESCO o de reservas marinas. Y es que con una democracia en manos del mercado, todo es objeto comercial. Todo. La Patagonia, fuente de vida, sería inundada a gran escala. Para hacerse una idea más concreta podríamos decir que la magnitud de la superficie que pretenden inundar es el equivalente al doble de las canchas de fútbol que hay en todo Suecia, es decir dejar bajo el agua, allá en la Patagonia, una superficie equivalente a casi 10.000 canchas de fútbol. ¿Qué dirían los fanáticos del deporte del balón si les inundan sus canchas? ¿Y qué dirían si supieran que si las mineras del norte chileno ahorraran un 2% de energía durante diez años, el proyecto Hidroaysén no sería necesario.

La inundación de tan vasto territorio, hoy poblado por miles de especies vegetales, conlleva a la putrefacción de toda la capa vegetal, generando producción de metano en grandes cantidades. La construcción de las cinco centrales y el cableado de alta tensión generará una contaminación sin precedentes. Sólo el carbono que este proceso producirá se estima en más de 12 millones de toneladas. Por otro lado, encarcelar el río con una represa implica atrapar todos los nutrientes que hoy llegan a la costa y se internan hasta 300 kms mar adentro. Todo este material orgánico al ser atrapado en la represa se pudrirá, generando un lodo que a la larga significará la muerte de las represas. Y que las empresas no están dispuestas a limpiar porque el costo es muy elevado. Después de unos 50 años la represa está condenada a morir quedando como un elefante blanco, una afrenta a la naturaleza, la peor cicatriz que le podemos hacer a la Patagonia. Cosa que podría ocurrir incluso antes, si las mineras dejaran de comprar energía, por ejemplo.



Y claro, esto ocurre en Chile donde se está apostando todo por el cobre, pero dejando al país a manos vacías, donde la explotación insaciable termina en los bolsillos de financistas sentados en el sillón del poder. Porque en países ricos como Suecia por ejemplo, la situación es mucho más regulada. Para empezar, el parlamento sueco ha establecido que no es posible la expansión de este sistema de generación eléctrica ni tampoco la construcción de nuevas represas. En cambio se aprovechan los recursos naturales existentes. Como por ejemplo, los lagos. Suecia es un país con más de 100.000 lagos y con la instalación de turbinas en ríos y lagos pequeños se reduce el nivel del agua a 1 centímetro para la producción de energía. La idea es aprovechar los recursos que ya existen e intervenir lo menos posible en la naturaleza. Por otro lado, se invierte mucho en investigación para generar nuevos métodos menos contaminantes. En Chile en cambio, no hay intenciones de destinar recursos para la investigación pues el auspicioso sistema permite que sea posible explotar la naturaleza sin restricción, sin límite alguno, saltándose hasta la escasa legislación que protege el medio ambiente. Es así como los políticos y empresarios locales pretenden que nos traguemos su discurso de que Chile está a las puertas del progreso.

Bajo este pronóstico, no es casualidad que miles de jóvenes se estén movilizando para defender la Patagonia. No se trata de que de un día para otro la mitad de Chile se haya transformado en una tropa de hippies ecologistas, como lo señala el gobierno. Lo que ocurre es que la sociedad civil entiende que el impacto que tendría la construcción de Hidroaysén traerá nefastas consecuencias. No tan sólo generaría daños medioambientales irreparables, también contribuye a fomentar el mal gobierno, a este verdadero carnaval de alabanza al dinero: producir más energía para gastar más.

Lo que está sucediendo en las calles de aquel país largo y puntiagudo, es que se está manifestando el descontento contra su sistema de gobierno. Tampoco es casualidad que las demandas expuestas al mundo en la puerta del sol sean del mismo matiz que en Chile. Las plazas y calles se llenan de colores para exigir Democracia real, en Santiago, Aysén, Atenas o Madrid.

http://www.flickr.com/photos/reporteos/show/

Hoy, las manifestaciones constituyen nuestra herramienta más fuerte para poder revertir este proceso. De lo contrario, el futuro será como en aquellos tiempos de la decadencia del “oro blanco”, aquel paisaje en la pampa norteña de salitreras abandonadas se volverá a repetir. Pues en un tiempo más quedarán sólo los agujeros del recuerdo del mineral y suelos putrefactos en el sur. Para evitar este amargo escenario tenemos que agilizarnos, no podemos ahogarnos en la indiferencia.

Patagonia sin represas.

martes, 17 de mayo de 2011

LA INDEPENDENCIA INCONCLUSA
Y LAS ELECCIONES PERUANAS


“El Perú de hoy carece de partidos políticos sólidos, con ideologías diferenciadas, instituciones políticas claves para la dinámica democrática en un país. En la escena política peruana se continúa insistiendo en el caudillaje, en el clientelismo y mercenarismo, en la huachafería circense, en la intolerancia y en la ausencia de debates ideológicos”.

Por: Marco Minguillo (escritor peruano radicado en Estocolmo)

Asistí dos noches seguidas a la universidad de Estocolmo, en donde mostraron el documental ”La independencia inconclusa”, del cineasta chileno Luis Vera. Excelente material visual, desde su contenido histórico y estético, que trata de compendiar doscientos años de avances y retrocesos en el proceso de construcción de estados libres y democráticos en la Patria Grande, América Latina. Y en la perseverancia por edificar sociedades alternativas a las impuestas por el imperio del norte y por la mentalidad colonial europea.

Ya en casa, tecleando este texto, pienso en las actuales elecciones presidenciales de mi patria y en el rol protagónico de ésta en el tablero político latinoamericano.Desde que tengo uso de razón he corroborado que el Perú, siempre careció de gobiernos verdaderamente democráticos, es decir, en donde las mayorías populares estuviesen incluidas y representadas. La historia presidencial peruana es una condensación de botas y corbatas que siempre beneficiaron a las élites vinculadas a los grupos de poder económico, político, social y cultural.

Democracia no es convocar a elecciones de vez en cuando, hacer promesas que nunca se cumplen y elegir o reelegir a los mismos personajes grises y corruptos de siempre. Para ello basta remitirse a los ”cinco grandes” esplendorosos candidatos a la presidencia de la República, en la primera vuelta de las últimas elecciones, quienes gozaron de gran cobertura publicitaria: Toledo, Kuczynski, Castañeda, Fujimori y Humala. Los cuatro primeros son lobos conocidos en el poder, tienen idéntica base ideológica y aspiran en común a una sociedad injusta, inhumana y antidemocrática, a nombre de la libertad y del neoliberalismo. El quinto, es un militar sin pasado político conocido, activo en la guerra contrainsurgente durante la dictadura sangrienta del fujimontesinismo y maneja un lenguaje populista que, poco a poco, lo ha ido amansando en relación con la coyuntura política.
Lo cierto es que los “cinco grandes”, durante su campaña electoral cotorrearon de todo, pero el gran ausente fue, una y otra vez, la agenda sobre Derechos Humanos. Tema vital, determinante, si realmente se desea construir una sociedad justa con respeto e inclusión.

Se ha dicho por allí que el cambio le corresponde ahora a los jóvenes, a las nuevas generaciones. No es tan cierto. El cambio es responsabilidad de todos y de todas las generaciones. El cinco de junio será la segunda vuelta electoral, en la que compiten Keiko Fujimori y Ollanta Humala. La hija del dictador y el militar gris de lenguaje populista. Keiko representa la era corrupta y asesina de su padre Alberto Fujimori y de su tío Vladimiro Montesinos, con quien hizo vida de hogar en el SIN. La hija del dictador busca liberar a su padre, consolidar la impunidad y retornar al periodo del oscurantismo.

La memoria histórica es fundamental para comprender hacia dónde caminamos. No debemos olvidar que Fujimori, entre otras barbaridades, realizó un autogolpe de Estado, arrojó al tacho la Constitución de 1979, anuló la estabilidad laboral de los trabajadores, esterilizó a miles de mujeres, aplicó una política sistemática de persecución, detención, tortura y asesinato de pobladores urbanos y rurales, creó y protegió al grupo Colina, tal como Alán García lo hizo con el grupo paramilitar Rodrigo Franco.

Me pregunto: ¿Cómo en un país que se ufana de ser democrático puede seguir rigiendo la constitución elaborada durante la dictadura fujimontesinista? Se busca defender la continuidad del modelo socio-económico, que ha privatizado las empresas públicas y ofertado al martillazo los recursos naturales patrios. ¿Acaso con este modelo se han beneficiado los nativos amazónicos, los mineros, los trabajadores del campo y la ciudad, los obreros, las amas de casa, los estudiantes e intelectuales?

El Perú de hoy carece de partidos políticos sólidos, con ideologías diferenciadas, instituciones políticas claves para la dinámica democrática en un país. En la escena política peruana se continúa insistiendo en el caudillaje, en el clientelismo y mercenarismo, en la huachafería circense, en la intolerancia y en la ausencia de debates ideológicos. Estos caudillos son impuestos por las élites de poder y “legitimados” por los “medios de in-comunicación” como la tv, la radio y la prensa escrita.
Tal es la crisis profunda de los partidos políticos que se tiene que recurrir a un militar con poses populistas, reactivando el caudillaje y montando en el caballo blanco del oportunismo. Allí vemos a dirigentes progresistas y de izquierda, tras el militar, tras el caudillo, que hasta el momento no ha exhibido méritos en el anhelo de una patria diferente.

Ante esta escena política se encuentran los ciudadanos peruanos. Ollanta es un desmedido enigma que, de salir elegido, enfrentará el reto de los nuevos tiempos. Por el contrario, Keiko, está demostrado hasta la saciedad, personifica el retorno de la muerte y el robo institucionalizado.

En tanto el documental del cineasta chileno “La independencia inconclusa”, vuelve, como oleada, a mi habitación, conduciendo mis pupilas a través de la ventana, donde la primavera sueca se ha instalado, y me hace reflexionar sobre la tarea pendiente del pueblo latinoamericano, sueño que, con sus diferencias, se viene concretando, poco a poco, en la construcción de la Patria Grande.

domingo, 15 de mayo de 2011

LA LIBERTAD DE ELECCIÓN
SOBRE EL ENTORNO


“Yo no quiero que nadie me manipule sin que yo tenga otra opción que la de aceptar el mal uso de mi entorno. Yo quiero que yo, junto a todos los ciudadanos tengamos la libertad de elegir cómo queremos que nuestros espacios públicos sean compartidos”.

Por: Sigrid Petersson

Estoy en el supermercado, en frente de la sección de pasta de dientes. Cada vez que me fijo en una marca –entre la cantidad de marcas que hay-, imágenes abruptas y violentas entran en mi cabeza. Veo a mujeres con niños riéndose y me oigo repetir unas palabras que pertenecen a esas imágenes: “no sólo soy dentista, sino también madre”. La situación me da miedo. ¿De dónde viene eso? ¿Cómo es que yo tengo grabadas en mi mente todas estas imágenes? ¿He sido yo quien ha elegido eso? La respuesta es rotunda: ¡no!

No importa dónde estoy (en la estación de metro, en la escalera mecánica, en la parada de buses), siempre me siguen los comerciales, y me da miedo el efecto que tienen. A la hora de comprar, mi subconsciente ya ha elegido qué es lo que yo quiero, sin que lo consciente tenga nada que decir. En realidad se trata de una manipulación detrás de la cual yo no sé quiénes están. A cualquier lugar que vaya, constantemente se me está llenando de mensajes, mensajes que son fáciles de captar; unas palabras sencillas que entran directamente en mi mente. Pero detrás de estas palabritas está una empresa con un solo objetivo, el de manipularme a comprar su producto. No he elegido tener parte en su proyecto, pero no tengo opción. Los intereses comerciales tienen derecho a entrar al espacio público, compartido por todos, mientras artistas de graffiti u organizaciones locales tienen prohibición de hacerlo.

Según una encuesta de la Federación Mundial de Anunciantes, los consumidores del mundo encuentran varias ventajas con los comerciales, como por ejemplo, que crean oportunidades de empleo y ayudan al crecimiento económico. Con respecto a lo primero, uno tiene que preguntarse ¿empleo para quién? El mundo de los comerciales funciona así que el que puede pagar, puede lanzar su producto en todas partes. Eso significa que una empresa pequeña, o una empresa que gasta más dinero en otras cosas (como la producción ecológica), no resiste la competencia. En consecuencia, la marca que compro, no es la que yo sé es la mejor sino la que más he visto antes. En cuanto a lo segundo, se puede reformular la pregunta anterior y decir crecimiento económico ¿a expensas de qué? Porque lo que ocurre en un ambiente donde se está expuesto contínuamente a mensajes distintos y muchas veces contradictorios, es que se produce un cansancio mental en la gente. Se trata de un proceso de entontecimiento en el cual las personas, en lugar de aprender cosas útiles se rellenan de tonterías. De esa manera, el crecimiento económico se da a expensas de la cultura general de la población.

Una amiga me contó una vez que había ido en un metro sin comerciales, y que esa experiencia le había generado unos sentimientos muy profundos. Me habló de libertad, de un momento de no pensar en nada. El tema del liberalismo económico es la “libertad de elección”, pero mientras yo como ciudadano puedo elegir qué tipo de pasta de dientes quiero comprar, no puedo, sin embargo, elegir mi entorno. La raíz del problema es la falta de restricciones por parte del gobierno. El casco antiguo de Estocolmo es un ejemplo donde sí se ha implementado una restricción, lo que avala la idea de que sí se puede proteger los espacios públicos.

Yo no quiero que nadie me manipule sin que yo tenga otra opción que la de aceptar el mal uso de mi entorno. Yo quiero que yo, junto a todos los ciudadanos tengamos la libertad de elegir cómo queremos que nuestros espacios públicos sean compartidos.

domingo, 10 de abril de 2011


Inspiración: luchas y utopías

Foto:Adisa Handzic

En Latinoamérica hay mucha gente con utopías, que por lo mismo es luchadora, analítica y creativa, algo que enorgullece y da inspiración para seguir en la lucha por un mañana mejor. Esa utopía en los días lluviosos parece estar muy lejos, en los soleados un poco más cerca. Creemos sin embargo que pese a los altos y bajos, una sociedad libre, justa y solidaria es posible.

La utopía ha estado y estará siempre conformada por mujeres y hombres cuyo trabajo dirario es construir país, organizarse y crear arte en base a toda una diversa gama de ideas progresistas. Algunas de estas personas se han vuelto famosas, otras han logrado mover montañas en la anonimidad (a veces en la clandestinidad). Muchas de estas personas no han ocupado ningún palco, ni aparecen representadas en ningún pedestal. Son las dueñas de casa que se organizan en su población para hacer ollas comunes o crear arpilleras, son los hombres y mujeres que forman parte de sindicatos, y son los estudiantes que, como cantara Violeta Parra, crearán ciencia y romperán con viejas jerarquías y creencias.

“Me gustan los estudiantes / que son muy clara elocuencia / a la bolsa negra sacra / le bajó las indulgencias. / Porque: ¿Hasta cuando nos dura / señores, la penitencia? / ¡Caramba y zamba la cosa, / que viva toda la ciencia!” / Parra (1960- 1963)

Son los hombres que ya no están pero siempre vivirán, como dijo Alí Primera: “Los que mueren por la vida / no pueden llamarse muertos.”

Es imposible no recordar y no dejarse inspirar por los grandes luchadores del continente, como Pancho Villa, Emiliano Zapata, Simón Bolivar, Farabundo Martí, Túpac Amaru, Zumbi dos Palmares, Cécar Lora, Camilo Torres, Che Guevara, Mélida Anaya Montes “Ana Maria”, Gladys Marín, Augusto Cécar Sandino, Haydée Santamaría, Juana Azurduy, entre muchos y entre muchas.

Son los que hoy al igual que ayer luchan, en los movimientos de derechos humanos, los movimientos indígenas, los okupas, los campesinos sin tierra, los escolares, los feministas, los ambientalistas y muchos otros. Hacen de la lucha algo que llevan e incorporan en la vida cotidiana.

El continente hoy ha logrado avances progresistas en las calles como “Los furiosos ciclistas” en Santiago de Chile, y a nivel institucional en, por ejemplo, la instalación del Banco de la Mujer en Venezuela y la Ciudad Mujer en El Salvador. El primero otorga microcréditos sin garantías prendarias y asistencia técnica, y el segundo brinda atención especializada para mujeres, tales como: salud sexual y reproductiva, capacitación en autonomía económica, prevención y atención de violencia intrafamiliar y educación colectiva. Están los procesos democráticos que llevaron a luchadores sociales hasta la presidencia como (a entre otros) Evo Morales, en Bolivia; a Chavez en Venezuela, y ahora último a Dilma Rouseff, en Brasil.

Inspiración se puede encontrar en lo grande y en lo chico. Están los que relatan y componen canciones de estos procesos sociales, tales como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Victor Montoya, Julio Cortázar, Eduardo Galeano, Gioconda Belli, Roque Dalton, José Martí, entre muchos otros, al igual que grandes artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera, Guayasamín y Violeta Parra. Están también los que formaron música de protesta latinoamericana con denuncia y utopía. Cómo no recordar a Victor Jara, Antahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Judith Reyes, Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Silvio Rodriguez, Viglietti, Piero, Carlos Mejía Godoy, entre tantos otros, y que nunca terminarán de ser escuchados ni ser fuente de inspiración para nuevas generaciones.

Para finalizar este pequeño recorrido de patrimonio de luchas y utopías latinoamericanas, hay que también recordar la hermandad y solidaridad entre pueblos que sigue rompiendo fronteras. Por eso cabe citar al sueco-americano Joe Hill, conocido por muchos como el padre de la canción de protesta y que al conocer su condena de muerte le escribe a un compañero:

“Adiós, Bill. Muero como un leal rebelde. No pierdan su tiempo con lutos. Organícense”.

Inta Achira

domingo, 6 de marzo de 2011

Egypten — en lovande revolution?

* (En esta misma página, justo abajo, tienes una versión en español de este artículo)

Vart leder de folkliga protesterna i Egypten? För att få svar på den frågan måste andra frågor besvaras, exempelvis: Hur starkt är stödet för kraven i Egypten? Hur påverkas andra stater i omgivningen? Vilka krafter kan utnyttja tomrummet efter Mubarak? Kan Egypten bli ett nytt Iran?

Av: Christer Hedin (universitetslektor i religionshistoria vid Stockholms universitet)

Var finner man svaret på sådana frågor? Det mesta i livet handlar om att lära sig av tidigare erfarenhet. De som ivrar för att man skall läsa mycket historia i skolan brukar säga att det förflutna hjälper oss att välja rätt i framtiden. Tyvärr är det inte så enkelt. Man styr inte rätt genom att titta i backspegeln. Det som hänt kan upprepas igen, men det kan också vara tvärtom: dåliga erfarenheter gör att motsatsen kommer att inträffa i framtiden. Förutsättningarna kan också vara så olika, att inga tidigare händelser är till nytta för bedömningen. Det blir särskilt uppenbart om man försöker bedöma dagens händelser i Egypten med ledning av det som förut hänt i muslimska länder. Två tidigare revolutioner tilldrar sig särskilt intresse: Revolutionen i Egypten 1952 och revolutionen i Iran 1979. Vad kan de lära oss om händelserna i dagens Egypten?

Egyptens revolutioner

Egypten är ett land som misshandlats hårt av kolonialism. Det beror främst på läget och naturtillgångarna. England hade slutgiltigt lagt beslag på hela Indien år 1857, men risken för uppror hotade ständigt. Det gällde att snabbt komma dit med trupper om oroligheterna blev allvarligare. Den närmaste vägen går genom Suezkanalen, som öppnats år 1869. Britter och fransmän byggde den tillsammans och behöll sedan ett visst inflytande men engelsmännen krävde full kontroll och ockuperade Egypten 1882. De ville också köpa råbomull billigt därifrån och stoppade en rad utbildningsprojekt som kunde hjälpt landet att skapa en egen förädlingsindustri. Folkbildningen blev eftersatt, ingen medelklass kunde växa fram och underlaget för demokratisk utveckling försvann.

Motståndet mot ockupationen växte. Efter första världskriget blev Egypten friare men fortfarande stod kungahuset under brittiskt inflytande. Missnöjet ledde fram till revolutionen år 1952. Efter en tid framträdde general Nasser som den högste ledaren. Militären kunde av detta uppfattas som landet befriare och det gav dem ett gott anseende. Vad betydde religionen för revolutionen? Knappast något. Egypten har ett centrum för muslimsk bildning i al-Azhar, som förmodligen är världens äldsta universitet. Teologerna var först tveksamma men valde att stödja Nasser, eftersom de fruktade att landet annars skulle sekulariseras som Atatürks Turkiet. Några muslimer var mindre nöjda. Muslimska Brödraskapet hade först samarbetat med Nasser men 1954 gjorde sig några medlemmar skyldiga till ett mordförsök på Nasser. Det misslyckades och många av Bröderna sattes i fängelse.

Efter Nassers död 1979 kom Sadat till makten. Han lovade frihet och förbättringar för Muslimska Brödraskapet. Förväntningarna på Sadat växte och ledde till att några extremister mördade honom år 1981 för att han inte varit nog islamisk. Efterträdaren Mubarak har följt Nassers exempel och hållit många ledande islamister i fängelse. Muslimska Brödraskapet har fortsatt att verka men inte lockat några stora skaror. Respekten för dem växte dock under en jordbävning år 1992 då deras hjälpverksamhet var den enda som fungerade. Allt annat var förskingrat av korrumperade statstjänstemän. Har förtrycket av Brödraskapet bidragit till protesterna i början av 2011? Knappast. Allt tyder på att Tahrirtorget fylldes av personer utan direkt anknytning till någon särskild organisation. Muslimska Brödraskapet höll sig i bakgrunden. Kan det ändå bli så att de passar på att ta över makten? Var det inte så det gick till i Iran 1979?

Irans revolutioner

Situationen i Iran år 1979 liknar i vissa avseenden Egypten år 2011, men det finns också stora skillnader. En av likheterna är att ekonomiska orsaker varit avgörande men trots det har religionen fått en dominerande plats i beskrivningen av händelserna i Iran. Många tror att islam var drivkraften bakom revolutionen år 1979. Bakgrunden och effekterna kan förklara detta. Irans religiösa ledare har spelat en betydligt större roll i händelseutvecklingen. Det beror främst på att de haft mycket högre inkomster än kollegorna i Egypten eftersom landet är shiitiskt. Alla shiitiska muslimer måste välja en själasörjare som de sedan skall betala privat enligt vissa regler. Religiösa tjänster lockar därför till sig betydligt fler och större begåvningar än vad som är vanligt i sunnitiska länder. Dessa ayatollor har fått en ledande funktion i politiska proteströrelser.

Redan år 1891 ställde sig de religiösa ledarna i spetsen för en protest, tobaksstrejken. Shahen hade gjort upp med främmande makter om att alla inkomster från tobaksindustrin skulle gå till utländska bolag. För att inte medverka till vinsterna slutade alla att röka. Shahen måste ge upp och omförhandla avtalet. Protesterna mot ledarna fortsatte och främmande makter utnyttjade oredan för att blanda sig i politiken. Till slut bestämde britterna år 1925 att Reza Shah, en före detta kosackhövding, skulle bli ny monark. När han under andra världskriget visade sympatier för Hitler blev han avsatt år 1941och ersatt av sin unge son Muhammed Reza Shah, som gjorde allt för att vara sina västliga uppdragsgivare till lags.

Klasskillnaderna i Iran växte. Överklassen blev som ägare till den bördiga jorden allt rikare, medelklassen isolerades från inflytande och de övriga sjönk ned i en mer och mer förtvivlad fattigdom. Det växande missnöjet ledde till politiska protester och shahen inrättade sin hemliga polis SAVAK för att avslöja fiender. Den allvarligaste krisen inträffade år 1953 när en den liberale premiärministern Mosaddeq hade nationaliserat Irans oljeindustri för att inkomsterna skulle stanna i landet och bidra till uppbyggnaden av skolor och sjukhus. CIA lyckades intrigera bort Mosaddeq. Shahen som flytt landet återvände och oljepengarna fortsatte att rinna ur landet genom Anglo-Iranian Oil Company. Minnet av händelsen levde kvar och skapade ett hat mot shahen och hans beskyddare USA.

Motståndet mot regimen var efter krisen splittrat. Shahen spelade på gammal iransk nationalism och framhävde landets ärorika historia under antiken, för islam. Det gjorde muslimerna till hans fiender. De västerländskt påverkade tyckte illa om hans diktatoriska styrelse men såg inte islam som ett bättre alternativ. Shahen kunde söndra och härska. Under 1970-talet fick studenter och andra reformvänner en ny idol: Ali Shariati, en universitetslärare i litteratur som studerat teologi men också sociologi och filosofi. Han skapade en syntes av islams teologi, existentialism och marxism som för de unga blev lösningen på Irans problem. Hans visioner eldade studenter till demonstrationer, Shariati fängslades, landsförvisades och dog i London 1977, för anhängarna som en martyr.

Då hade demonstrationerna i Iran redan startat och deltagarna bar stora plakat med Shariatis bild. Det innebär inte att revolutionen bars upp av religiös fanatism. Det var främst en ekonomisk revolution, där lägre samhällsklasser enades mot en förtryckande överklass. Nu var det lätt för ayatollorna att ta ställning. De lyckades på samma sätt som under tobaksstrejken ta ledningen i kampen mot shahen. När han störtades tvingades överklassen överge sina väldiga jordegendomar och fly till Västerlandet, där de framställde revolutionen som ett verk av religiösa fanatiker. Ayatollorna lade beslag på jorden och förde fram Khomeini som ny ledare. Han var känd för sitt motstånd mot shahen och många trodde att han som Mosaddeq skulle införa en liberal nationalism. De blev grundlurade. En ny överklass av religiösa ledare införde i namn av islam ett nytt, och delvis värre, förtryck.

Hotet från islamismen

Iran blev ett avskräckande exempel på ett muslimskt land som gjorde revolution och därefter behärskades av religiösa och USA-fientliga ledare. Problemen för Förenta staterna blev inte mindre av att Algeriet år 1991 genom fria val höll på att få ett islamistiskt parti vid makten. Då avbröts den demokratiska processen och en diktator insattes på arméns och Västmakternas initiativ. Palestinierna valde Hamas och drabbades därför av omvärldens sanktioner. I båda fallen kan man se folkets val som ett utslag av kamp mot korruptionen. De har inte röstat för islamism utan mot korrupta alternativ. Förenta staterna hamnade i ett dilemma. Kanske vill muslimer styras av sharialagar? Då är det bättre att samarbeta med en diktator, även om han skaffar sig väldiga rikedomar på folkets bekostnad och bevarar lugnet med våld.

Vad skall man då tro om protesterna i Nordafrika och Sydvästasien? Kan de bana väg för religiösa förtryckare av samma typ som i Iran? Mycket tyder på motsatsen. Muslimska Brödraskapet och dess motsvarigheter i andra länder styrs inte av ayatollor. Det finns inte bland sunniter. Där tjänar de religiösa ledarna inte lika mycket. Några välutbildade teologer finns i Brödraskapets ledning men de flesta är "lekmän", alltså muslimer utan teologisk utbildning. Brödraskapet grundades av en folkskollärare. Sedan har tjänstemän ur medelklassen stått i spetsen. De vill gärna locka många muslimer till verksamheten men de tycks inte ha samma möjligheter att skaffa sig den politiska makten. Deras ledare kan vara karismatiska men de tycks inte ha möjlighet att locka de stora massorna.

Är inte alla muslimer våldsbenägna ”djihadister”? Det är den västerländska bilden, även om många vill skyla över sina fördomar genom att skilja på muslimer och ”islamister”. Sedan definierar de ändå islamister som muslimer som vill ”tillämpa islam i politiken”. Vad innebär det? Alla uppfattningar om ett bättre samhälle med rättfärdiga relationer mellan människor leder till politiska ståndpunkter. Muslimer har sådana tankar, vilket gör att de demonstrerar i en rad länder. De använder inte våld, åtminstone inget i jämförelse med vad deras motståndare tycks vara beredda till. World Value Survey, en undersökning om värderingar i alla världens länder, har visat att stödet för demokrati i muslimska länder är större än i andra. Det finns inget stöd för generella påståenden om islam som upphov till våld och förtryck, även om det alltid finns enstaka företrädare som tror på våld som en effektivare väg till framgång.

Stora problem väntar Egypten i framtiden men inget tyder på att Muslimska Brödraskapet är det största hotet. Landet är fattigt och folkbildningen är eftersatt. För att demokratin skall fungera tycks det behövas en allmän läskunnighet och en bred medelklass. Det tar tid att bygga upp. Under tiden kan korruptionen förstöra möjligheterna till ekonomisk utveckling. I värsta fall blir det en sådan oreda att någon ropar på en ny stark ledare. Det är mycket troligare att en sådan kommer från armén än från moskén. Länder som Pakistan och Sudan är avskräckande exempel. Där har perioder av demokrati avlösts av militära diktaturer sedan länderna blev fria från kolonialmakterna. Härskarna har utnyttjat religionen för att förtrycka och hålla sig kvar vid makten men knappast av religiöst intresse. Bristande läskunnighet och svårigheten att uttrycka missnöje har gett dem möjligheter att missbruka islam. På den punkten tycks en vändpunkt ha passerats.

Oroligheterna började i Tunisien, som under helt odemokratiska former utvecklades ekonomiskt under Bourgiba, bland annat genom förbättrad utbildning. Det visar att läskunnighet bidrar till krav på delaktighet. Analfabetismen tycks vara diktaturernas bästa vän. Portugal hade låg läskunnighet under Salazar men har sedan hämtat sig. Jesuitpräster i El Salvador mördades år 1990 för att de startat läsutbildning – på initiativ av kyrkans ledning. På många håll i världen har gamla diktaturer fallit och länderna utvecklats i demokratisk riktning. Ekonomi och korruption är problem men med en bred satsning på utbildning kan de så småningom lösas. Estland har på tjugo år gjort framsteg, som visar vad som är möjligt. Latinamerika har blivit mer demokratiskt under de senaste femtio åren. Är det trots eller tack vare katolska kyrkan? En motsvarande utveckling är möjlig i arabvärlden. Den gynnas dock knappast av att jämförelser med Iran gör Muslimska Brödraskapet till det stora problemet. Då finns risken att de verkliga svårigheterna försummas.


Egipto: ¿Una revolución que promete?

Traducción: Alejandra Donoso

¿Hacia dónde van las protestas populares en Egipto? Para poder dar una respuesta a esta pregunta, otras incógnitas deben ser contestadas, por ejemplo: ¿qué tan fuerte es el apoyo a las demandas en Egipto? ¿Cómo son afectados los países cercanos?¿Qué poderes pueden aprovecharse del vacío después de Mubarak? ¿Puede Egipto transformarse en un nuevo Irán?

¿Dónde econtramos respuesta a tales preguntas? Gran parte de la vida implica aprender de las experiencias anteriores. Aquellos entusiastas que proclaman que hay que estudiar mucha historia en la escuela suelen decir que lo pasado nos ayuda a escoger bien en el futuro. Desgraciadamente, la cosa no es tan simple. No se conduce bien mirando en el espejo retrovisor. Aquello que ha ocurrido puede repetirse, pero también puede suceder lo contrario: las malas experiencias pueden hacer que lo contrario ocurra en el futuro. Las condiciones pueden ser tan diversas, que nada de lo ocurrido con anterioridad sirva para hacer una evaluación. Esto se vuelve particularmente obvio si uno intenta juzgar los acontecimientos actuales en Egipto sirviéndose de las experiencias acumuladas a partir de la historia de otros países musulmanes. En este sentido, dos revoluciones anteriores llaman especialmente la atención: la revolución en Egipto de 1952 y la revolución en Irán de 1979. ¿Qué nos pueden enseñar estas revoluciones acerca de lo que ocurre en el Egipto de hoy?

Las revoluciones en Egipto

Egipto es una nación que fue enormemente maltratada por el colonialismo. Esto se debe más que nada a su ubicación y sus recursos naturales. Inglaterra se había apoderado por completo de India el año 1857, pero el riesgo de un levantamiento amenazaba constantemente. El camino más cercano (entre África y Asia) se extiende a través del canal de Suez, que fue abierto el año 1869. Los ingleses y los franceses lo construyeron juntos y mantuvieron a partir de ahí una cierta influencia, pero los ingleses comenzaron a exigir un control total e invadieron Egipto el año 1882. En su afán de querer comprar algodón crudo por un precio menor, fueron deteniendo una serie de proyectos educativos que hubiesen podido ayudar a Egipto a formar su propia industria algodonera. La educación popular resultó afectada, minándose con ello las bases de lo que pudo haber sido una clase media y desapareciendo, de esta forma, el cimiento de una democracia.

La Resistencia contra la invasión creció. Luego de la Segunda Guerra Mundial Egipto llegó a adquirir un poco más de libertad; sin embargo, el palacio real seguía estando bajo dominio inglés. El descontento llevó finalmente a la revolución el año 1952. Después de un tiempo, el general Nasser se convirtió en el máximo líder. A partir de estos hechos, los militares pasaron a ser considerados como los libertadores de la patria, por lo que desde entonces disfrutan de una aprobación popular. ¿Qué significó la religión para la revolución? Prácticamente nada. Egipto cuenta con un centro de formación musulmana en al-Azhar, el que es considerado como la universidad más antigua del mundo. En un principio, los teólogos se veían dudosos respecto de Nasser, pero luego eligieron apoyarlo debido a que temían que Egipto se secularizara al igual que la Turquía de Atatürk. Ante esto, no todos los musulmanes se mostraron satisfechos. En un comienzo, la Hermandad Musulmana había colaborado con Nasser pero el año 1954 algunos miembros intentaron asesinarlo, fracasando en el intento. Muchos de los miembros de la Hermandad fueron puestos en prisión.

Luego de la muerte de Nasser en 1979, Sadat llegó al poder prometiendo libertad y mejoras para la Hermandad Musulmana. Las expectativas puestas en Sadat crecieron y resultaron en que algunos extremistas lo asesinaran en el año 1981 debido a que no era lo suficientemente islamista.

Su sucesor, Mubarak, siguiendo el ejemplo de Nasser, ha mantenido a muchos líderes islamistas en prisión. La Hermandad ha continuado activa pero no ha conseguido atraer un número considerable de seguidores. Sin embargo, el respeto hacia ellos ha aumentado, debido a que la ayuda que prestaron luego del terremoto de 1992 fuera la única útil. ¿Ha contribuido la opresión impuesta sobre la Hermandad Musulmana a las protestas a comienzos del año 2011? Apenas. Todo parece indicar que la Plaza de la Independencia se llenó de personas sin una conexión directa con ninguna organización en particular. La llamada Hermandad se ha mantenido en las sombras. ¿Es posible que se aprovechen de la oportunidad para tomarse el poder? ¿No fue así como sucedió en Irán en 1979?

Las revoluciones en Irán

La situación en Irán en 1979 se asemeja en algunos aspectos al Egipto del año 2011, pero existen también, grandes diferencias. Una de las semejanzas es que los factores económicos han sido decisivos; a pesar de ello, la religión es una de las razones que más se emplean para describir los acontecimientos en Irán. Muchos creen que el islamismo fue la fuerza motriz tras le revolución de 1979. El contexto y los efectos pueden explicar esto. El líder religioso de Irán ha tenido un rol crucial para el desarrollo de los acontecimientos. La razón: el hecho de que hayan tenido ganancias mucho mayores a las que han tenido sus colegas en Egipto debido a que el país es chiíta. Todos los musulmanes chiítas deben escoger un pastor a quien más tarde deben pagarle de forma privada de acuerdo a algunas reglas. Así, los servicios religiosos atraen muchos más y más grandes talentos que lo que comúnmente se logra en aquellos países que son sunitas. Aquellos ayatolás han adquirido de esta forma una función sobresaliente en los movimientos políticos de protesta.

Ya por el año 1891 los líderes religiosos resultaron ser los cabecillas de una protesta, la huelga del tabaco. El Sah había prometido que todas las ganancias de la industria tabaquera irían a dar a empresas extranjeras. Para no contribuir a esto, toda la gente dejó de fumar. De esta forma, el Sah tuvo que finiquitar su pacto e implementar un nuevo contrato. Las protestas contra los líderes continuaron, aprovechándose las manos extranjeras del caos para meterse en los asuntos políticos de la nación. Finalmente, los ingleses decidieron el año 1941, que Reza Sah, un ex líder cosaco, fuera declarado monarca. Cuando este durante la Segunda Guerra Mundial demostrara simpatía por Hitler, fue derrocado en 1941, siendo posteriormente reemplazado por su hijo más joven, Muhammed Reza Sah, quien hizo todo lo posible para satisfacer a sus empleadores occidentales.

Las diferencias sociales en Irán crecieron. La clase alta, dueña de las tierras más fértiles, se enriqueció; la clase media, aislada de toda posibilidad de influir, fue hundiéndose cada vez más en la pobreza. El creciente descontento condujo a protestas políticas, lo que llevó al Sah a crear un cuerpo de policía secreta, denominado SAVAK, cuya misión era descubrir a los enemigos. La crisis más profunda tuvo lugar en 1953, cuando el primer ministro liberal Mosaddeq nacionalizó la industria petrolera de Irán de manera que las ganancias permanecieran en el país con el fin de reconstruir escuelas y hospitales. La CIA consiguió armar una intriga contra Mosaddeq y sacarlo de su puesto. El Sah, que había huido del país, regresó, y con ello el dinero proveniente del petróleo siguió saliendo del país a través de la Compañía Petrolera Anglo-Iraní. El recuerdo del incidente sobrevivió generando una gran sensación de repudio contra el Sah y sus protectores, Los Estados Unidos de Norteamérica.

La resistencia contra el régimen luego de la crisis estaba dividida. El Sah por ese entonces apelaba abiertamente al nacionalismo, destacando de esta forma el orgullo por la historia antigua, por el Islam. Esto transformó a los musulmanes en sus enemigos. Aquellos influidos por ideas más occidentales repudiaban su mandato dictatorial, pero no veían en el Islam una mejor alternativa. El Sah podía hacer y deshacer. Durante los años 70, estudiantes y otros partidarios de la reforma, encontraron un nuevo ídolo: Ali Shariati, un profesor universitario de literatura, que además había estudiado teología, sociología y filosofía. Él creó una síntesis a partir de la teología islámica, el existencialismo y el marxismo, que para muchos jóvenes pasó a ser la respuesta a los problemas de Irán. Sus visiones incitaron a los jóvenes a protestar. Shariati fue primero puesto en prisión y luego enviado al exilio, muriendo finalmente en Londres, en 1977, con el estatus de mártir entre sus seguidores.

Por ese entonces las protestas en Irán ya habían visto luz y sus participantes llevaban consigo grandes pancartas con la foto de Shariati. Esto no implica que la revolución fuese llevada adelante por un espíritu de fanatismo religioso. Se trataba más que nada de una revolución económica, en la que las clases sociales más bajas se unieron para manifestarse en contra de la opresora clase alta. A estas alturas, era fácil para los ayatolás tomar partido. Así, consiguieron un rol sobresaliente en la lucha contra el Sah, tal como había sido durante la huelga de la industria tabaquera. Cuando este fue derrocado, la clase alta fue forzada a renunciar a sus vastas tierras y a huir a Occidente, en donde propagaron una imagen de la revolución como una obra de fanáticos religiosos. Los ayatolás se apoderaron de la tierra y proclamaron a Khomeini como nuevo líder. Este era conocido por su resistencia contra el Sah y muchos creyeron que él, al igual que Mosaddeq, instauraría un nacionalismo liberal. Fueron totalmente engañados. Una nueva clase alta compuesta por líderes religiosos impuso, nuevamente en nombre del Islam, una oppresión incluso más cruenta.

La amenaza del Islamismo

Irán se transformó en el horroroso ejemplo de una nación musulmana que intentara llevar a cabo una revolución, y que posteriormente pasó a ser dominada por líderes religiosos anti EEUU. El problema para los Estados Unidos no fue menor considerando que Algeria, a través de elecciones democráticas en 1991, casi consiguiera formar un gobierno islamista. Inmediatamente se detuvo el proceso democrático y un dictador fue puesto en el poder por iniciativa de los militares y de los poderes occidentales. Los palestinos escogieron a Hamas y con ello comenzaron a sufrir las sanciones del resto del mundo. En ambos casos puede verse cómo el accionar del pueblo es una forma de luchar contra la corrupción. No han votado a favor del Islam sino contra alternativas corruptas. Los Estados Unidos quedaron frente a un dilema. ¿Quizás los musulmanes quieren ser dirigidos por leyes Sharia/islámicas? Entonces, concluyeron, es mejor aliarse con un dictador, incluso si este se arma de extensas riquezas a costa del pueblo y mantiene la calma con violencia.

¿Qué se puede pensar de las protestas en el norte de África y el Medio Oriente? ¿Pueden dar cabida al mismo tipo de opresores religiosos al igual que en el caso de Irán? Mucho parece indicar lo contrario.

La Hermandad Musulmana y los grupos parecidos a este en otros países no son comandados por ayatolás. No existen entre los sunitas. Ahí los líderes religiosos no ganan tanto. Hay algunos líderes dentro de la sociedad que tienen preparación académica pero en general se trata de legos, vale decir, musulmanes sin preparación teológica. La Hermandad fue fundada por un profesor de primaria. Más tarde, empleados públicos provenientes de la clase media han llegado a los puestos de más poder. Si bien cuentan con el deseo de sumar nuevos miembros, parecen no tener las mismas posibilidades de adquirir el poder político. Sus líderes pueden bien ser carismáticos pero no parecen tener la posibilidad de atraer a las masas.

¿No son todos los musulmanes jariyistas partidarios de la violencia? Aunque muchos quieran desprenderse de sus prejuicios haciendo una distinción entre musulmanes e islamistas, esa es la imagen que se tiene en occidente. Aún así, definen a los islamistas como musulmanes que quieren ’llevar el Islam a la política’. ¿Qué implica esto? Todas las concepciones que se pueda tener sobre una sociedad con relaciones justas entre las personas conllevan un posicionamiento político. Los musulmanes no están exentos de estas ideas, lo cual les ha llevado a manifestarse en una serie de países. No usan violencia, al menos nada comparable con lo que sus enemigos estarían dispuestos a usar. La encuesta ‘World Value Survey’ (algo así como la encuesta del valor del mundo), un estudio sobre los valores en todos los países del globo, ha demostrado que la opinión a favor de la democracia es mucho mayor en los países musulmanes. En estos países no existe ningún apoyo a las generalizadas afirmaciones de que el Islam sea la causa de la violencia y la opresión, aunque siempre existe uno que otro seguidor que cree que la violencia es una forma más efectiva de llegar al éxito.

Enormes problemas se vislumbran en el futuro de Egipto pero nada indica que la Hermandad Musulmana represente la amenaza más grande. El país es pobre y la educación ha sido desatendida. Para que la democracia funcione se necesita una clase media además de la erradicación del analfabetismo. Para conseguir esto se va a necesitar tiempo. Durante este tiempo, la corrupción puede llegar a minar las posibilidades de un desarrollo económico. En el peor de los casos el caos puede ser tal que aparezca un nuevo líder autoritario. Es más probable en ese caso que sus orígenes estén dentro de las fuerzas armadas y no dentro de las mesquitas. Pakistán y Sudán son horribles ejemplos de ello. En estas naciones, periodos democráticos han sido interrumpidos por dictaduras militares luego de que estos países se independizaran de los poderes coloniales. Los soberanos han utilizado la religión para oprimir y quedarse a cargo del poder sin tener ningún interés religioso. Problemas de analfabetismo y la incapacidad de expresar el descontento dentro de la sociedad les han permitido hacer un mal uso del islam. Respecto de este punto, un cambio de rumbo parece haberse alcanzado.

Las manifestaciones comenzaron en Túnez, que bajo formas completamente antidemocráticas alcanzó un desarrollo económico bajo Bourgiba, debido a, entre otras cosas, mejoras en la educación. Se sabe que el alfabetismo contribuye a la participación. El analfabetismo parece ser el mejor amigo de las dictaduras. Portugal tenía un bajo número de alfabetismo en la época de Salazar pero luego se ha recuperado. Los jesuitas en El Salvador fueron asesinados en 1990 debido a que habían iniciado, por iniciativa de la iglesia, clases de lectura. En muchos lugares del mundo las Antiguas dictaduras han caído y los países se han desarrollado en una dirección democrática. La economía y la corrupción son problemas pero con una alta inversión en educación pueden, con el tiempo, llegar a resolverse. Estonia ha, dentro de estos últimos 20 años, conseguido progreso, lo que demuestra que es posible. Latinoamérica se ha veto más democrática durante los últimos ciencuenta años. ¿Ha ocurrido ello gracias a la iglesia católica? Un desarrollo similar es posible en el mundo árabe. Si llevamos a cabo una comparación con Irán, no ayuda hacer de la Hermandad Musulmana, el gran problema. Hacer esto implica el gran riesgo de que las verdaderas dificultades se dejen en el olvido.